
Esta bellísima obra representa una imagen de Nuestra Señora similar a la Virgen del Carmen: la Madre de Dios aparece sosteniendo amorosamente al niño y apoyando un pie sobre una piedra por lo que la escultura es también conocida como Madonna del Sasso (La Virgen de la Roca).
Sobre la tumba de Rafael está inscrito este hermoso dístico elegíaco
Ille hic est Raphael, timuit quo sospite vinci
Rerum magna parens et moriente mori
Aquí yace Rafael, por el que en vida la Naturaleza temió ser vencida,
y que al morir, también temió morir con él
La autoría de estos maravillosos versos es hoy discutida. Tradicionalmente se atribuían al gran humanista y cardenal Pietro Bembo. Actualmente, sin embargo, la mayoría de los estudiosos opinan que el verdadero autor fue el excelso poeta y amigo íntimo de Rafael Antonio Tebaldeo.
(Agradecemos a nuestro amigo y alumno Pancho Tortoledo por descubrirnos esta interesante historia)